domingo, 21 de junio de 2015

Un fragmento absorbido por la totalidad

Buenos días a todos:

Como todos sabéis, la cuestión que propusimos para  abordar en nuestro próximo Café filosófico fue el tema de la muerte.  Mientras releía esta mañana algunos pasajes de la obra de Carl Rogers encontré unas reflexiones suyas que recalan sobre este asunto y quiero compartirlas con vosotros.




Hace diez o quince años me sentía perfectamente seguro de que la muerte significaba el fin absoluto de la persona. 

Todavía considero que ésta es la perspectiva más probable, pero no me parece ni trágica ni horrorosa. 

... Sin embargo, mi convicción de que la muerte es el fin, ha sido modificada por algunas de las cosas que he aprendido durante la última década.

Me han impresinado los relatos de Raymond Moody ... Me han impresionado ciertos informes sobre la reencarnación, a pesar de que ésta me parece una gracia sumamente dudosa. Me interesa el trabajo de Elizabeth Kübler-Ross y las conclusiones a las que ha llegado... Definitivamente, me atraen los puntos de vista de Arthur Koesler, según los cuales la conciencia individual no es más que un fragmento de la conciencia cósmica y a la muerte del individuo, el fragmento es absorbido por la totalidad. Me gusta la analogía del río individual que desemboca en las aguas del océano depositando sus cenagosos sedimentos al entrar en el mar infinito. 

(Carl Rogers)


Feliz domingo para todos,

carmen C zanetti
www.carmenzanetti.es




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