martes, 30 de junio de 2015

Y nos zambullimos en el tema de la vida y de la muerte

El pasado domingo celebramos nuestro Café filosófico de Junio y con él nos despedimos hasta la temporada de Otoño. Como hacía calor, la Tía Ni nos ofreció un exótico y riquísimo zumo natural y, de inmediato, todos los presentes asentimos a su invitación. Gracias Nieves por tu actitud cercana y tu siempre cálido y acogedor recibimiento.

La pregunta de la convocatoria, ¿Podemos hablar de la muerte sin hablar de la vida?, nos permitió generar un diálogo sobre cuestiones que no suelen estar presentes en nuestras conversaciones cotidianas. Así pues, en un clima cordial y amistoso, tuvimos la oportunidad de compartir nuestras inquietudes, nuestras reflexiones, nuestras dudas y, cómo no, también nuestras preguntas. El resumen no da cuenta de la riqueza y el buen clima del encuentro pero hace que pueda llegaros algo de él.  

Comenzamos con la lectura de las Ideas acerca de la muerte, de Carl Rogers, recogidas en su obra El camino del ser, ideas que resonaron en todos los allí presentes, por esa cualidad inestimable en Rogers que hace que su pensamiento resulte cercano y comprensible para todos aquellos  que se interesan por su valioso legado.

El tema iba de la muerte y de la vida y lo primero que apareció fue EL MIEDO: miedo a la muerte, al dolor

- Si pensamos en nuestra muerte sentimos miedo
- El dolor es por los que se van
-Sólo cuando estemos en el umbral de la muerte la sentiremos de cerca.

Y del miedo, pasamos a LA RELIGION:

- Si no existiera la muerte no existirían las religiones
- La religión cristiana tranquiliza acerca de la muerte

Y de las ideas religiosas que nos son inculcadas, al cambio de perspectiva que se produce a lo largo de nuestra vida:

- En la época del colegio y del instituto bebes de las ideas que te inculcan, pero luego vas interesándote por otras cosas...
- La muerte no es lo contrario de la vida. Te mueres físicamente pero puedes pasar a formar parte de otra energía. Esto tiene que ver con la física, no es un tema religioso.
- No somos sólo un cuerpo

Y volvimos al DOLOR:

- La muerte es dolorosa para el que pierde a las personas que ama.
- El temor a la muerte tiene que ver con perder el contacto y el cuidado hacia los demás
- Ver a los muertos no es nada malo, es doloroso.

Y del dolor al SUICIDIO:

- La, enfermedad, como,  por ejemplom la depresión, pueden llevar al suicidio
- Si la vida es demasiado insoportable, el suicidio es una posible alternativa para poner fin al sufrimiento
- También el suicidio puede resultar una salida ante el deterioro y la falta de dignidad que producen algunas situaciones o circunstancias

Y del suicidio pasamos a la EUTANASIA:

- Lo más importante es tener a alguien al lado que piense en tu bienestar
- Es importante tener el derecho a decidir la propia muerte
- Hoy es posible hacer un "testamento vital" para poder impedir lo que algunos llaman el "encarnizamiento médico".
- Con la eutanasia puedes evitar el dolor a los que están cerca en esos momentos.

Y la eutanasia hizo que nos preguntáramos sobre EL DERECHO A DECIDIR LA PROPIA MUERTE:

- ¿Tiene derecho la familia a decidir cómo debe ser tu muerte?

Y volvió la religión y EL PODER DE LAS INSTITUCIONES RELIGIOSAS:

- Sin duda, la religión es un consuelo
- Al poder de las religiones le interesa que permanezcamos ignorantes.
- No siempre. Hay algunos sectores de la Iglesia que se apartan de lo establecido

Y con la pregunta ¿Nuestras ideas acerca de la muerte condicionan nuestra manera de vivir? se generó un momento muy curioso y un poco cómico:

- Totalmente
- No
- A ratos

Y entonces surgió el tema de LA MORAL:
Entonces, ¿Es independiente la moral de las creencias?:

- Vivir la vida plenamente es independiente de las ideas sobre la muerte
- Saber que sólo hay una vida la hace corta

Y vinieron a ofrecernos luz algunas frases y reflexiones de Lucrecio, Spinoza, Epicuro...
Y nos dejaron pensando y haciéndonos nuevas preguntas.
Acuerdos, desacuerdos, distintas miradas, experiencias dispares...  
 Y como nuestro encuentro fue filosófico, no hubo respuestas definitivas y, como la pregunta que nos convocó había sido formulada de forma muy abierta, surgieron múltiples e interantísimos temas para el nuevo Ciclo de Cafés filosóficos que celebraremos en Otoño.

Con fuerzas renovadas, después de las vacaciones de verano, volveremos con nuevas propuestas para que todo el Val Miñor pueda participar de esta iniciativa que ha tenido tan buena respuesta en sus incicios. De nuevo, gracias a todos los que lo habéis hecho posible.

Nos vemos en Septiembre.

carmen C zanetti
www.carmenzanetti.es
























domingo, 21 de junio de 2015

Un fragmento absorbido por la totalidad

Buenos días a todos:

Como todos sabéis, la cuestión que propusimos para  abordar en nuestro próximo Café filosófico fue el tema de la muerte.  Mientras releía esta mañana algunos pasajes de la obra de Carl Rogers encontré unas reflexiones suyas que recalan sobre este asunto y quiero compartirlas con vosotros.




Hace diez o quince años me sentía perfectamente seguro de que la muerte significaba el fin absoluto de la persona. 

Todavía considero que ésta es la perspectiva más probable, pero no me parece ni trágica ni horrorosa. 

... Sin embargo, mi convicción de que la muerte es el fin, ha sido modificada por algunas de las cosas que he aprendido durante la última década.

Me han impresinado los relatos de Raymond Moody ... Me han impresionado ciertos informes sobre la reencarnación, a pesar de que ésta me parece una gracia sumamente dudosa. Me interesa el trabajo de Elizabeth Kübler-Ross y las conclusiones a las que ha llegado... Definitivamente, me atraen los puntos de vista de Arthur Koesler, según los cuales la conciencia individual no es más que un fragmento de la conciencia cósmica y a la muerte del individuo, el fragmento es absorbido por la totalidad. Me gusta la analogía del río individual que desemboca en las aguas del océano depositando sus cenagosos sedimentos al entrar en el mar infinito. 

(Carl Rogers)


Feliz domingo para todos,

carmen C zanetti
www.carmenzanetti.es




miércoles, 17 de junio de 2015

La mayor pérdida de vida es la dilación (Séneca)

Continuando con la reflexión sobre el tema que plantearemos en nuestro próximo Café filosófico (el domingo 28 de Junio), comparto algunos de los pensamientos de Séneca Sobre la brevedad de la vida





"Que como si siempre fuerais a vivir vivís, nunca se os hace presente vuestra fragilidad, no observáis cuánto tiempo ha transcurrido ya; lo perdéis como si hubiera a rebosar y en abundancia, mientras que quizá precisamente ese día que consagráis a algo, bien una persona, bien una cosa, sea el último. Todo lo teméis como mortales, todo lo queréis como inmortales. Oirás que dicen los más: "A los cincuenta me refugiaré en el ocio, los sesenta me librarán de mis obligaciones". Y, en definitiva, ¿qué garantías de una vida más larga recibes? ¿Quién dará su consentimiento para que eso salga como dispones tú? ¿No te da vergüenza reservar para ti los restos de tu vida y destinar a la beneficiosa reflexión solamente el tiempo que ya no puedes dedicar a cosa alguna? ¡Qué tarde es empezar a vivir precisamente cuando hay que dejarlo! ¡Qué olvido tan necio de la condición mortal, diferir hasta los cincuenta o los sesenta años los buenos propósitos..."

"¿Se puede mencionar nada más insensato que la decisión de esos hombres que alardean de su prudencia? Están afanosamente atareados para poder vivir mejor, a expensas de la vida construyen su vida. Organizan sus planes para un lejano futuro; ahora bien, la mayor pérdida de vida es la dilación: elimina el día actual, escamotea el presente mientras promete lo por venir. El obstáculo mayor para vivir es la espera, que depende del día de mañana, desperdicia el de hoy. Dispones de lo que está puesto en manos de la suerte, desechas lo que está en las tuyas."

"Del mismo modo que bien una conversación, bien una lectura, bien una reconcentrada meditación entretienen a los que están de viaje,  y antes se enteran de que han llegado que de que se acercaban, así este viaje de la vida, permanente y aceleradísimo, que despiertos o durmiendo hacemos al mismo paso, a los atareados no se les hace evidente más que a su término."

"La vida del sabio, entonces, es muy extensa, no lo ciñen los mismos límites que a los demás: sólo él se libera de las leyes del género humano, todos los siglos están a su servicio como al de un dios. Ha transcurrido un tiempo, lo capta con el recuerdo; está encima, lo emplea; va a llegar, lo anticipa. Le alarga la vida la reunión de todos los tiempos en uno solo."

"Breve y angustiada por demás es la vida de los que se olvidan de las cosas pasadas, descuidan las presentes y sienten temor por las futuras: cuando han llegado a las últimas, tarde comprenden, infelices, que han estado atareados todo ese tiempo en no hacer nada."

"Así pues, ...en el momento en que llegue su día final, el sabio no vacilará en ir a la muerte con paso firme."


Hasta el próximo miércoles,

carmen C zanetti
www.carmenzanetti.es





miércoles, 10 de junio de 2015

¿Podemos hablar de la muerte sin hablar de la vida?


"Así, el más terrorífico de los males, la muerte, no es nada en relación a nosotros, porque, cuando nosotros somos, la muerte no está presente, y cuando la muerte está presente, nosotros no somos más. Ella no está, pues, en relación ni con los vivos ni con los muertos, porque para unos no es, y los otros ya no son. Pero el vulgo unas veces huye de la muerte como el mayor de los males, otras la prefiere como el término de los males del vivir."  (Epicuro: Carta a Meneceo)

Al finalizar el Café filosófico de Mayo se propuso, entre los participantes, el tema para nuestro encuentro del mes de Junio: la muerte. Así que durante las próximas semanas publicaré en mi blog algunas de las reflexiones y aportaciones filosóficas que han llegado a nosotros de la mano de conocidos filósofos. En el caso de hoy, me acompaño de Epicuro.

En la concepción de Epicuro, la muerte, como antónimo de la vida, sería equivalente a la supresión de toda sensación. En este sentido, la vida y la muerte no se tocan. El temor de los más, según Epicuro, estaría basado, en concebir la muerte como un límite de la vida susceptible de ser experimentado. Pero la muerte no se puede experimentar. Aquí radica su nadidad esencial en el pensamiento de nuestro filósofo de hoy.  Las representaciones que nos hacemos sobre la muerte, en general, incluyen la idea de que ésta nos afecta de alguna manera, pero, para Epicuro, no hay ninguna relación entre la sensación y la muerte.

No obstante,  Epicuro nos exhorta a perseverar en este pensamiento. ¿Con qué finalidad? Veamos:

Acostúmbrate a considerar que la muerte no es nada en relación a nosotros. Porque todo bien y todo mal está en la sensación; ahora bien, la muerte es privación de sensación. De aquí se sigue que el recto conocimiento de que la muerte no es nada en relación a nosotros hace gozosa la condición mortal de la vida, no añadiéndole un tiempo ilimitado, sino apartándole el anhelo de inmortalidad.

Si juzgamos la muerte como límite de la vida y por tanto la interpretamos como la privación de cualquier bien -posible o real- , acrecentamos una ansiedad que se alimenta del deseo de prolongar la vida ad infinitum, es decir, del deseo de inmortalidad. Pero, para Epicuro, pensar que la muerte no es nada en relación a nosotros nos abre al gozo, un gozo que nos sería sustraído tan pronto nos relacionamos con nuestra vida desde el deseo de inmortalidad,  sometiendo la existencia a la tristeza del diferimiento y privándo al presente de su kairós.

El sabio, en cambio, no teme el no vivir: pues ni le pesa el vivir ni estima que sea algún mal el no vivir. Y así como no elige en absoluto el alimento más abundante, sino el más agradable, así también no es el tiempo más largo, sino el más placentero el que disfruta. El que recomienda al joven vivir bien, y al viejo bien morir, es necio, no sólo por lo agradable de la vida, sino también porque es el mismo el cuidado de vivir bien y de morir bien.

El sabio epicúreo no ve mal ni en la vida ni en la muerte; no mide el tiempo por su extensión sino por la riqueza experiencial que se da en él.  La muerte, como estado, nos es inaccesible: ante ella, "todos los hombres habitamos una ciudad sin muros"; y, con la muerte, como fin del vivir, si se ha sabido extirpar el miedo,  llega la vida a su consumación.

Con esta pequeña introducción al tema de la muerte guiados por el pensamiento de Epicuro, me despido por hoy.

Hasta la próxima semana,

Carmen Zanetti
www.carmenzanetti.es

(Fuente: Epicuro, Carta a Meneceo -traducción y notas de Pablo Oyarzún-)







martes, 2 de junio de 2015

En marcha: Y celebramos el segundo Café filosófico



¿Soy el protagonista de mi vida o me dejo llevar?

Y comenzamos nuestro café filosófico:

-¿En verdad tomamos nuestras decisiones con libertad o estamos totalmente condicionados por la genética, la familia, la educación, la sociedad, la religión, etc.?

-En realidad es el azar el que condiciona los caminos de la vida. Eres el director de la vida, no el autor.

Y  a partir de aquí, las aportaciones fueron múltiples y diversas: hablamos del libre albedrío y del determinismo.

Dialogamos sobre si el pensamiento crea realidad. Y surgieron comentarios acerca del Best seller El Secreto. 
-Si el pensamiento es creador, entonces, ¿Podemos llegar a cambiar los hechos con el pensamiento? --Somos consecuencia de lo que pensamos y de las decisiones que tomamos.
-La visualización y la proyección son formas de poder llegar a convertirse en lo que anhelas.
-Se trata de tener conciencia, proyectarse y diseñar qué es lo que cada uno quiere ser. Somos libres

-Creemos que tomamos decisiones, pero somos marionetas que hacemos un papel. El transfondo de todo es la conciencia
- En realidad, las decisiones las tomamos hace mucho tiempo. Lo entendemos cuando las tomamos

Y salió a relucir Spinoza:
- El libre albedrío es un espejismo.  Podemos tener voluntad y luchar pero hay cosas que no puedes manejar. Si el destino se tuerce...

-Hay elecciones pequeñas y grandes, pero la intención y el pensamiento, aún en una situación dramática tienen posibilidad de elegir
-Se pueden aprovechar las circunstancias difíciles
-Se trata de una actitud interior. Y vino a colación Epicteto:
- Los hechos son inamovibles.  No podemos modificarlos pero sí podemos elegir la actitud ante los hechos para crecer.


- Pero, ¿Estáis seguros de que se puede elegir la actitud? Incluso la actitud que podemos tomar ante algo está condicionada.
-Sí sí. Por supuesto. Es más, si eres mayor, hasta tu tensión arterial influye en tu actitud (risas...)

Y se habló de la enfermedad como algo que hace que nos hagamos preguntas o tomemos conciencia de algo, un acontecimiento que nos enfrenta a tomar decisiones, una posibilidad para hacer que un velo se caiga...
-La vida está a mi servicio. Está para que crezca. Lo que sucede externamente es un espejo. Entonces me hago la pregunta ¿Qué tengo que aprender de eso que me está pasando?


Y dialogamos acerca de la libertad:
-En realidad, la libertad es una utopía, un bien en sí
-El mundo es un bien utópico condicionado

Y de nuevo la polémica libre albedrío/determinismo:
-No creo en el libre albedrío ni en el determinismo

Entonces, ¿Dirijo mi vida o la dirigen? ¿Qué sentimiento tengo acerca de esto?
Y salió Ortega: Yo soy yo y mis circunstancias.
-Son las creencias las que limitan la libertad.
-La clave es diferenciar entre lo que creo que soy y lo que realmente soy.
-¿Quién soy yo?  Esta es la pregunta clave

Herramientas, Creencias, Pensamiento y Conciencia: cuatro claves para la felicidad.

Así terminó nuestro café filosófico de mayo. Y en el medio, momentos de reflexión y también de humor. Dialogamos amistosamente, respetando las distintas miradas de cada uno y escuchando las aportaciones de todos.  Y mientras, tomamos café, bizcocho artesanal y un chocolate caliente que nos hizo Nieves (El Mercado de la Tía Ni) RIQUÍSIMO!!!

Aquí os dejo el temazo del café filosófico de Junio. A propuesta de los participantes acordamos dialogar sobre...  La muerte

Durante las próximas semanas colgaré en mi blog algunas aportaciones filosóficas acerca de este tema para que vayamos entrando en calor...


Gracias a todos los que hicisteis posible este grato encuentro y hasta nuestro próximo Café.

Carmen Zanetti
www.carmenzanetti.es