miércoles, 2 de diciembre de 2015

Cómo buscamos la felicidad en nuestra vida

Cómo buscamos la felicidad en nuestra vida



Este fue el tema acerca del que dialogamos amigablemente en nuestro último Café filosófico de la temporada 2015. Y como siempre, comparto algunas de las ideas que intercambiamos, aceptando de antemano que sólo podré haceros llegar un ligero aroma del intenso sabor de nuestro compartir del pasado domingo.

La primera idea que surgió fue la de las necesidades básicas:
¿Es posible ser feliz sin tener nuestras necesidades básicas cubiertas?, nos preguntamos.

Y primero, contrastamos qué entendíamos por necesidades básicas:
Supervivencia, seguridad, cobijo y afecto. En general hubo consenso acerca de esto, aunque, después surgieron algunas matizaciones, pues vimos que los aspectos que englobaba este concepto variaban dependiendo de cuestiones de distinto orden: antropológicas, culturales, políticas, económicas, espirituales, personales...

- La felicidad es un estado emocional que se elige.
- Es un sentimiento generado por circunstancias externas: obtener un objeto deseado, alcanzar una meta, etc., produce felicidad y alegría, aunque pasajera.
- Más bien se trata de un estado de bienestar interior del que surge alegría
- La felicidad y la alegría van de la mano. Nadie parecía oponerse a esta idea.

Pero,entonces, la felicidad ¿Es un estado duradero o una emoción pasajera? 

- Es un estado prolongado: se puede estar sereno y sentirse feliz.
- Es un derecho: así figura en la Declaración de Independencia de los EE.UU., en la que figura reconocido expresamente el derecho a la búsqueda de la felicidad.

Reparamos entonces en la idea de felicidad como proceso: es algo que se busca, que se desarrolla, que se construye. Se trata de un proceso de realización personal.

Y recalamos en la contraposición entre conseguir metas y autorrealizarse.

Y continuamos hablando de la felicidad en los niños

- En el caso de los niños, si tienen cubiertas las necesidades básicas, las posibilidades de ser feliz son las mismas.
- Para los niños el cariño es primordial: en los colegios esto se ve claramente.
- En las favelas de Brasil hay niños felices y sus necesidades básicas están cubiertas con mucho menos de lo que aquí consideraríamos básico. La felicidad depende de otros factores también.

- Hay varios planos que tenemos que contemplar a la hora de definir una felicidad plena: 
el de la autosuficiencia, 
el de la autorrealización, 
el placer físico y
el desarrollo espiritual.

Y dialogamos acerca de cómo las condiciones externas limitan o condicionan nuestra posibilidad de ser felices:

- No tenemos control sobre nuestro entorno
- Es difícil estar feliz estando mal
- La salud es un condicionante importante
- Si te quedas sin trabajo, si estás enfermo...
- Pero hay ejemplos de actitud muy distinta ante circunstancias parecidas (como la de la tetraplegia de R. San Pedro y la del actor de Superman) 
- Y también las personas que se quedan sin trabajo lo toman de distinta manera: depende de las creencias, de las perspectivas... de muchas cosas.

- Hay una ligazón entre la felicidad y hacer las cosas que te gustan: ¿Se puede ser feliz haciendo cosas que no te gustan? Sí... No...

Otro buen momento para seguir preguntándonos: ¿Qué tipo de felicidad buscamos entonces: una que llegue del exterior o una que provenga de nuestro interior?

- También podemos plantear la felicidad como utopía, como idea reguladora de nuestra vida.

Y cerramos con broche de oro: con Oriente y Occidente como modos distintos de ver del mundo y comprender la realidad.

Entonces surgió una nueva voz y hablamos acerca de:
La ACEPTACIÓN de la realidad, tal y como es; 
Del significado verdadero de la palabra ESPIRITUALIDAD
De la importancia del DESAPEGO
De la necesidad de COMPRENDER 
Del camino del AUTOCONOCIMIENTO
De la valentía de atreverse a ser uno mismo sin seguir caminos trillados.
De la confusión mental en la que la mayoría nos encontramos y 
Del peligro que supone delegar la dirección de nuestra dicha a nuestro EGO/MENTE

Un cierre mágico para una entrañable tarde entre amigos de aquí y de allá que se encontraron para compartir, para dialogar, para escucharse, enriquecerse y, sobre todo, disfrutar del encuentro.

Por cierto, el chocolate estaba más rico que nunca (gracias al amor que le pone Nieves a todo lo que hace). La prueba es que no quedó ni una sola gota (lo sé porque las dos últimas tazas me las tomé yo...).
Gracias a los incondicionales, a los que venís cuando podéis y a los que os animáis a caer por los Cafés filosóficos una primera vez: son vuestras voces las que hacen posible y enriquecen nuestro diálogo todos los meses. 

No olvidéis que los Cafés filosóficos vuelven el último domingo de Enero de 2016
Os esperamos. Mientras tanto, SED FELICES