miércoles, 18 de marzo de 2015

Nos despedimos de Epicteto


Ejercita la discreción en tus conversaciones




Buenos días a todos:

El tema que he elegido hoy para despedirnos de Epicteto, al menos durante un tiempo, es el del cuidado del habla en nuestras conversaciones.  Epicteto nos insta a hablar sólo con buena intención: Quienes aspiran a una vida superior también llegan a comprender el con frecuencia ignorado poder moral de las palabras, siendo el hablar correctamente, nos recuerda, uno de los signos más claros de vida moral.


Nuestro querido filósofo nos insta a pensar antes de hablar y a tener en cuenta que Irse de la lengua es una falta de respeto hacia los demás. Hay personas, reflexiona Epicteto, que expresa cualquier tipo de impresión, pensamiento o sentimiento que tenga, y que vierten, sin tener en cuenta las consecuencias, el contenido de su mente sin haber mediado filtro alguno. Esto, advierte Epicteto, es peligroso: Hablar desenfrenadamente es como ir dando bandazos en un vehículo sin control destinado a caer en la cuneta. La cháchara, nos recuerda, es seductora. No te dejes atrapar por sus garras.


Cuando decimos tonterías sobre cosas triviales, nosotros mismos nos volvemos triviales: Nos convertimos en aquellos a lo que prestamos atención. Nos volvemos mezquinos cuando entablamos una conversación sobre terceros. En especial, nos ofrece un consejo Epicteto, evita acusar, alabar o comparar a la gente.

Alguno de vosotros quizás esté pensando que la mayoría de las conversaciones cotidianas se desenvuelven en un nivel trivial y que si hacemos caso a Epicteto, entonces apenas podremos participar de las conversaciones que se generan de forma espontánea en nuestro día a día. Pero también Epicteto nos ofrece una guía para estas ocasiones: Si te das cuenta de que la conversación en la que estás inmerso decae hacia la palabrería, intenta, siempre que sea posible, conducirla de nuevo, sutilmente, hacia temas más constructivos. Conserva el buen humor y disfruta de unas carcajadas cuando sea apropiado, pero evita la risa floja de cantina que suele degenerar en vulgaridad o malevolencia. Ríete con, pero nunca de.

Os propongo unos deberes para esta semana: Centra tu atención en las conversaciones en las que participes durante estos días y pregúntate si se están emitiendo juicios sobre terceros a la ligera. En tal caso, vigila tu conducta: ¿Cuál es tu comportamiento en estos casos? ¿Te dejas llevar fácilmente por el tono general de la charla y te contagias por él?

Comparto un último consejo de Epicteto: Cuando la gente que te rodea empieza a hablar de forma insustancial e indecente, si puedes, vete, o cuanto menos guarda silencio y deja que la seriedad de tu mirada muestre que te ofende lo grosero de su lenguaje.

Feliz semana a todos y gracias por seguir ahí.

carmen C zanetti

(Fuente: Epicteto; UN MANUAL DE VIDA; José J. de Olañeta, Editor, Palma (España), 2013)




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