martes, 5 de mayo de 2015

La filosofía, un estilo de vida




Todo un movimiento a nivel mundial está transformando la concepción tradicional sobre la filosofía. Se trata de un intento por recuperar la dimensión transformadora de la filosofía. Esta nueva visión recupera la conexión de la filosofía con nuestra forma de vida y se enfrenta a una representación del discurso filosófico independiente de la manera de vivir del filósofo.

Para los estoicos, por ejemplo, la filosofía no consiste en la enseñanza o aprendizaje de teorías filosóficas, sino en un arte de vivir, en la encarnación de un estilo propio caracterizado por actitudes concretas.  Es por esta razón por la que, tanto para Epicuro, como para los estoicos, la filosofía consiste en una terapia que conduzca a nuestra curación.

Gran parte del sufrimiento humano proviene del temor injustificado ante cuestiones que no dependen de nosotros y del deseo desordenado de cosas que no son necesarias, por lo que algunas de las prácticas y ejercicios filosóficos propuestos por la filosofía antigua tienen por objeto situar la actividad filosófica no sólo en la dimensión del conocimiento sino en la dimensión del ser. Estamos hablando de una actividad que compromete la totalidad de la existencia y que modifica a aquellos que la encarnan.

Nuestras preocupaciones constantes e insatisfacción, hacen que estemos permanentemente proyectando en el futuro la oportunidad para, por fin, poder disfrutar de la vida. Pero este continuo postergar, nos hacen olvidar el valor incomparable que tiene el momento presente. 
"...tú, que no eres dueño del mañana, todavía confías al futuro tu alegría. De esta manera, entre tales esperas, la vida se consume en vano y acabamos muriendo abrumados por las preocupaciones

Asimismo, a la manera de infatigable tábano, Sócrates ineterpela a sus interlocutores con preguntas que les ponen en cuestión y les obliga a recapacitar sobre sí mismos, a cuidarse de sí: "No cuido en absoluto de aquello que suele preocupar a la mayoría de la gente: asuntos de negocios, administración de bienes, ... sino por ese otro que, a cada uno de vosotros en particular, le haría el mayor bien, intentando convencerle de que cuide menos de lo que tiene y que cuide más lo que es".

El diálogo socrático nos invita a dirigir nuestra atención sobre nosotros mismos, al célebre "conócete a ti mismo", un conocimiento que supone que nos reconozcamos no como sabios, sophos, sino como philo-sophos, en camino hacia la sabiduría. 

Hasta muy pronto queridos philo-sophos,


carmen C zanetti
www.carmenzanetti.es















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